Bienvenidas las discrepancias, sobre todo cuando son alturadas y buscan esclarecer los temas polémicos como lo del Santuario de Luren. Hace poco recibí algunos correos electrónicos, de personas a quienes personalmente no tengo el gusto de conocer, que han discrepado abiertamente de lo que aquí escribo, especialmente sobre la nueva edificación que pretende hacer el Obispo de Ica.
Sostienen estas personas que, la nueva edificación que reemplazaría al histórico Santuario iqueño tiene favorables ventajas para nuestra ciudad, que es necesario hacer un templo más grande, más moderno, más fuerte y atractivo; por tanto brindar mayores facilidades (y comodidades) a los feligreses. Dicen también que, ya es tiempo que cambiemos de actitud frente al progreso de las ciudades y no nos quedemos retrasados frente al avance de la historia (¿?). Toda esta argumentación, tiene lógica para quienes miran a los templos y Santuarios religiosos como simples lugares de atracción y vanidad estructural. Si lo principal fuese la seducción, espacio y lujo para atraer a mayor cantidad de fieles, no estaríamos hablando de religión sino de espectáculos circenses, de mega estadios o gigantescos escenarios que solo buscan la recaudación y ganancias materiales.
Sostienen estas personas que, la nueva edificación que reemplazaría al histórico Santuario iqueño tiene favorables ventajas para nuestra ciudad, que es necesario hacer un templo más grande, más moderno, más fuerte y atractivo; por tanto brindar mayores facilidades (y comodidades) a los feligreses. Dicen también que, ya es tiempo que cambiemos de actitud frente al progreso de las ciudades y no nos quedemos retrasados frente al avance de la historia (¿?). Toda esta argumentación, tiene lógica para quienes miran a los templos y Santuarios religiosos como simples lugares de atracción y vanidad estructural. Si lo principal fuese la seducción, espacio y lujo para atraer a mayor cantidad de fieles, no estaríamos hablando de religión sino de espectáculos circenses, de mega estadios o gigantescos escenarios que solo buscan la recaudación y ganancias materiales.
Los templos son para impartir y reforzar la fe, para el encuentro con nuestras creencias y la meditación, no para la distracción millonaria de oropeles y fantasías. No podemos medir el progreso de las ciudades por los tamaños de sus templos. Hacerlo sería el ocaso de la religión. ¿Acaso para agradar a Dios es necesario hacer torres babilónicas que causen asombro y perplejidad a sus visitantes? La Biblia trae notables enseñanzas al respecto.
Pero hacer una copia agrandada, con injertos arquitectónicos o simplemente adulterados del histórico Santuario como se pretende, eso sí es ir contra la historia de éste pueblo y sus costumbres. ¿Acaso en Europa y en otros lugares que han sido afectados por cataclismos o terremotos –como en Ica- tienen la pugna y los actores confrontacionales que impiden la solución de los problemas? Claro que NO. Allá restauran, acá demuelen. Allá convocan a la acción conjunta, acá abren controversias e imponen casi a manu militare sus decisiones. Por ello hacer una copia del Santuario original (una mala copia) es la solución más contradictoria, anti histórica y controversial que se le ha podido ocurrir al Obispo chiclayano. Por lo pronto, es el religioso más polémico que le ha tocado a nuestro pueblo.
NR: Este artículo se publicó en el diario “La Voz de Ica” el 12-02-2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario