domingo, 30 de agosto de 2009

Colegio de Arquitectos se pronuncia


Mediante un Pronunciamiento Público, publicado el 11 de Agosto de 2007 en varios medios de comunicación escrita y a nivel nacional, bajo el título “En Defensa del Patrimonio Monumental afectado por el Sismo” el Consejo Nacional de Ex Decanos de esta prestigiosa Institución Profesional, señala la trasgresión de la normatividad vigente por parte del INC al desmonumentalizar el Santuario del Señor de Luren, importante hito urbano de la Ciudad de Ica, observando que como consecuencia del sismo ocurrido se presentan serios daños al patrimonio monumental edificado, sumándose a ello las demoliciones sin haberse considerado las posibilidades de su restauración total o parcial, incrementándose así los prejuicios ocasionados por la naturaleza.


El CAP asume como suyo el informe del CISMID y demanda la restitución de la condición de Monumento Cultural de la Nación al Santuario de Luren de Ica, así como la exigencia a las autoridades competentes para que realicen las acciones que conduzcan a su pronta Restauración y a su conservación integral.


Este extracto del pronunciamiento forma parte del Suplemento "La Verdad sobre el Santuario del Señor de Luren" publicado por el diario "La Voz de Ica" en fecha del 15-08-2009

INC Cusco está a favor de la Restauración


Con fecha del 14 de Noviembre de 2007, un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Cultura, Filial Cusco emite el Informe Múltiple Nº 011-2007-DRC/DCPCI-SDCH-SZF-KSRB, después de su visita de trabajo a la Ciudad de Ica, como resultado de la inspección y evaluación de los daños estructurales sufridos en el inmueble religioso del Santuario de Luren luego de ocurrido el terremoto del 15 de Agosto del 2007.


Como resultado del mismo, señalaron que como parte de las conclusiones y sugerencias finales recomiendan la Restauración del Templo, considerando que los daños sufridos son serios, pero sin embargo el edificio conserva sus características originales: Tipología, Volumetría, Tecnología Constructiva, Distribución Espacial y elementos formales, así como su decoración, por lo que se pronuncian por la conservación integral del Monumento.

Concluyen su informe recomendando la elaboración de un Expediente Técnico de Restauración y puesta en valor del inmueble.
Este artículo forma parte del Suplemento"La verdad del Santuario del Señor de Luren" publicado por el diario la "La Voz de Ica" fechado el 15-08-2009

jueves, 27 de agosto de 2009

Editorial del Suplemento


Hoy se cumple el segundo año de la catástrofe ocurrida en Ica el 15 de Agosto del 2007, fecha signada por el dolor, la destrucción y la muerte.


Los pobladores de Pisco, Ica, Chincha, Cañete, Huaytará, Castrovirreyna y Yauyos rendiremos sensible homenaje a todos nuestros muertos, víctimas de este cruento sismo; pero a la vez será momento del balance preciso en nuestra memoria de lo ocurrido aquella fatídica fecha. Las estadísticas del desastre nos muestran que hemos perdido mucho. Todavía miles de personas carecen de un lugar mínimo y decoroso donde vivir. En esa larga lista de damnificados por el terremoto se encuentra, igual que cualquier mortal desposeído, la Casa, el Templo, el Santuario del Cristo de Luren.

Este Suplemento pretende compilar la información más relevante de lo acontecido en estos dos últimos años, relacionados con lo sucedido con nuestro damnificado mayor: El Señor de Luren y su Santuario.


Muchas cosas han ocurrido a este respecto, la información y los artículos que se presentan nos darán un conocimiento más cabal sobre el futuro que le espera a este ícono de la religiosidad iqueña. Mientras tanto, silencioso y a distancia, la imagen sagrada espera el desenlace de las no tan certeras disquisiciones y pretensiones humanas.


(*) artículo publicado a manera de Editorial del Suplemento "La Verdad sobre el Santuario del Señor de Luren" editado por el diario "La Voz de Ica", el 15-08-2009

lunes, 17 de agosto de 2009

El CISMID se pronuncia por la restauración


Con fecha 31 de Octubre del 2007 y a solicitud del Presidente del Congreso de la República de aquel año, Dr. Luis Gonzáles Posada, quien pidió la realización de un estudio de la estabilidad estructural del Templo del Señor de Luren, luego de ocurrido el terremoto, el CISMID – UNI emite el Informe Nº 28/2007-LE/CZT, de 13 páginas y un anexo, mediante el cual y luego que un equipo de especialistas de esa institución se desplazara hasta la Ciudad de Ica y ejecutara un minucioso análisis del Santuario en el que concluyen que los daños ocurridos en el Santuario son severos pero reversibles y proponen su restauración con reforzamiento estructural. La institución más prestigiada del país se pronunció por la Restauración del Santuario de Luren.


El Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) es una institución con 20 años de existencia, de incuestionable prestigio y está conformada por profesores de las distintas especialidades de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y nace a partir del sismo de 1970, canalizando la capacitación tecnológica proveniente del Japón.

El INC dejó desprotegido al Santuario de Luren


Durante sus 90 años de existencia el Santuario de Luren ha soportado temblores y terremotos por doquier y no ha caído. Pero el golpe más contundente capaz de echarlo por tierra no provino de ningún sismo, de ninguna desbocada fuerza natural, éste provino desde el escritorio de una funcionaria pública, de puño y letra de la Directora del Instituto Nacional de Cultura (INC).

En efecto, el 28 de Diciembre de 2007, a sólo cuatro meses de ocurrido el devastador sismo, la Dra. Cecilia Bákula Budge, Directora Nacional del INC emite la Resolución Directoral Nacional Nº 1747 que en su parte resolutiva sentencia: “Art. 1º RETIRAR la condición de Monumento integrante del Patrimonio Cultural de la Nación al Templo del Señor de Luren, inmueble ubicado en la Plaza de Luren s/n Distrito, Provincia y Departamento de Ica” (sic).

Esta nefasta disposición del máximo ente rector que norma el Patrimonio Edificado en el Perú, inexplicablemente otorga la patente, la autorización para que el histórico Santuario de Luren sea demolido, reestructurado o manipulado a placer. Retirarle la condición de Monumento Cultural ha sido condenarlo a la muerte, a su desaparición física pero no de la memoria colectiva de los iqueños.

Lo increíble de todo este tinglado es que la cuestionada Resolución del INC es una norma legal de menor rango que aquella que le otorga en 1985 al Santuario del Señor de Luren la bien ganada condición de Monumento Cultural de la Nación (Resolución Ministerial Nº 1251-ED del 12 de Noviembre de 1985); además esta írrita norma carece de los estudios técnicos comprobados que sustenten lo trascendental de su cometido.

Aunque suene a sorna, la Dra. Bákula nos indilgó su cuestionada Resolución un 28 de Diciembre, conocido en los calendarios populares como “El Día de los Inocentes” una fecha para bromas y ocurrencias, sólo que en este caso no lo fueron, sino una triste manera de destruir lo que pertenece a los iqueños.

Hay entonces una tarea pendiente para todos los que amamos esta tierra y es la voluntad de impulsar una corriente de opinión que busque anular definitivamente este negativo dispositivo y la recuperación de nuestros derechos.

Foto: Ronny Galindo
(*) Este artículo forma parte del Suplemento "La Verdad sobre el Santuario del Señor de Luren" publicado por el diario "La Voz de Ica" de fecha 15-08-2009

La Maqueta de la discordia


Como se recordará en la mañana de 18 de Julio del 2008, la sagrada imagen del Señor de Luren fue sacada en andas para que recibiera una distinción por parte del Presidente del Congreso de la República de ese entonces, Dr. Luis Gonzales Posada, acto que se desarrolló frente a la Casa Parroquial.

La feligresía concurrió a la invitación hecha por el Obispo ya que en ese mismo acto público se presentó por vez primera la maqueta de la nueva Basílica, ostentosa edificación que reemplazaría al histórico Santuario una vez que fuese demolido. El gran número de feligreses no podía salir de su asombro al ver la nueva propuesta arquitectónica, muchas rechiflas retumbaron en señal de desaprobación. El proyecto ganador de la Basílica fue hecho por los esposos arquitectos Sandra Barclay y Jean Pierre Crousse, docentes de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

Sin embargo, otro de los momentos importantes que pasó completamente desapercibido a causa de la curiosidad por ver la rechiflada maqueta, fue la lectura de un Acta de Compromiso, mediante el cual el mismo Presidente de la República se comprometía, por escrito y rúbrica de por medio, apoyar en la construcción de la moderna y fastuosa Basílica. Por supuesto, este documento quedó en manos del Obispo, como garantía de la palabra empeñada. Ese era parte del trato para dar paso a la demolición del Santuario de todos los iqueños.

Pocos feligreses se percataron que una aventura de tan enorme costo debería tener una cobertura presupuestaria más que suficiente y eso sólo lo daría papá gobierno, las especulaciones de los analistas estimaban que los réditos políticos serían cosechados en las venideras elecciones generales del 2010 y 2011. Por su parte, el Obispo tendría asegurado un lugar en la historia de nuestro pueblo por lograr en su periodo de autoridad clerical hacer realidad este elefantiásico edificio religioso, que en estimación de los entendidos duraría hasta cuatro años su construcción y el costo estimado más modesto bordearía los $3.5 millones de dólares.

En calles y plazas, en reuniones amicales y charlas domésticas los comentarios sobre la maqueta eran de franca desaprobación, fueron muy pocos los que se atrevieron a pronunciarse a su favor, tal vez sonrojados por ir contra la opinión mayoritaria de un pueblo creyente que pedía y hasta exigía que devolviesen completamente restaurado el añorado Templo, el verdadero Santuario de Nuestro Señor de Luren
Foto: Esaú Ventura
(*) Este artículo forma parte del Suplemento "La Verdad sobre el Santuario del Señor de Luren" publicado por el diario "La Voz de Ica" en fecha 15-08-2009

¿Por que se quiere demoler el Santuario de Luren?


No existe ningún fundamento técnico debidamente sustentado, con sólidos estudios estructurales, modelos matemáticos, estudios de suelos, etcétera, que indiquen inequívocamente que el Santuario del Señor de Luren deba ser demolido, echado a tierra por inservible.

Lo que ha existido –y todavía persiste- es la intención de demoler el Santuario para reemplazarlo por otro más grande y moderno. La intención aviesa de destruir el ícono más importante de la religiosidad iqueña, para dar paso a una basílica fastuosa o un templo remodelado pero no igual, más grande, más ancho (reconstruido le dicen ahora).

La propuesta para la demolición del Santuario herido, desde el inicio fue una propuesta de los políticos, partió de las esferas de gobierno y apoyada entusiastamente por el Obispo de Ica, para reemplazarlo por una fastuosa y moderna basílica.

Preguntamos ¿Acaso los aires modernistas de nuestras autoridades, sin consulta al pueblo, permitirán la destrucción irremediable de los valores patrimoniales de Ica?

La intención del Comité Iqueños por la Restauración del Santuario de Luren es defender la conservación de este monumento –restaurado y reforzado- para beneplácito de Ica y de las generaciones siguientes. Además, no se entiende la decisión del prelado iqueño de no dialogar con los iqueños, constituidos en un Comité civil, que aboga justamente por la salvación de este importante monumento, el Obispo por el contrario le cierra las puertas, no los recibe y tampoco los escucha. ¿Es posible esto?

Muchos de los que vivimos en estas cálidas tierras, oriundos y asimilados, hemos sido testigos presenciales de esta disputa estéril. Unos empecinados por sobre todas las cosas de imponer una edificación religiosa de alto costo –dizque- para insertar a nuestra región en el avance de la modernidad, de aspirar a las mejoras, también del aspecto arquitectónico y hacer un nuevo atractivo turístico para Ica, aunque para ello se tenga que derribar un templo que ha sido por generaciones orgullo de los iqueños, católicos o no. Otros, la gran mayoría, desea mantener sus tradiciones, sus costumbres, su identidad como cultura y herencia de nuestros mayores; ellos piden que el Santuario se restaure, que se mejore su estructura y que siga conservando su diseño original. Estos últimos a diferencia de los primeros les asiste razones técnicas y por tanto no es un capricho ni añoranza abogar por la preservación del histórico templo.

Es bueno tener ambiciones, guiarse hacia mejores logros, pero esta ambición se vuelve negativa y ofende cuando es desmedida y obliga a asumir a otros, proyectos ajenos. Este tipo de ambición se convierte en fantasiosa e inverosímil cuando se quiere arrastrar a todo un pueblo para que comulgue con esas ideas. Esta ambición excitante de convertir los sueños en realidad nos ocurre a todos, sin importar condición social, estatus o uniformes.

El Pueblo Iqueño será testigo del desenlace de esta trama y juzgara a los responsables. Nadie puede escapar del juicio de la historia, al veredicto de los pueblos en la construcción de su futuro, en la defensa de lo que por derecho les pertenece. El tiempo avanzará inexorablemente y ubicará a cada quien en el lugar que le corresponde.

Foto. Luis Choy
(*) Este articulo se publicó en el Suplemento "La Verdad sobre el Santuario del señor de Luren" del diario "La Voz de Ica" fechado el 15-08-2009

El Pueblo de Ica hizo con Amor el Santuario




Concluida la restauración de la milagrosa imagen del Cristo Crucificado, los iqueños emprendieron con igual premura y diligencia la edificación de un templo nuevo. El incendio había reducido al antiguo y colonial templo a poco menos que inservible. Era urgente entonces hacer otro, a la altura del magno señorío de su ilustre inquilino.

Los iqueños juntaron sus fuerzas y capacidades para emprender esta titánica tarea. Existía un sentimiento generalizado de reivindicación entre la población. El incendio y pérdida del templo antiguo fue producto del descuido humano, entonces el esfuerzo de los hombres repararía con creces este desatino.

Nuevamente fue convocado don Alberto Cierra Alta Herrera para que integrase ahora el “Comité Pro Luren”, se dio las responsabilidades a cada uno de los integrantes de este colectivo. A Don Alberto premunido de su conocimiento y vasta experiencia en edificaciones se le encargó el diseño del nuevo templo, el Sr. Francisco Badaracco se encargaría de la recolección del dinero necesario para la obra. Ica sufrió una feliz transformación y se generalizó el espíritu cooperativo; se hizo innumerables colectas, rifas, tómbolas, kermeses y donativos en efectivo, y otros lo hacían con su trabajo. Los iqueños radicados en otras partes del país venían o enviaban sus aportes en dinero. Era una conmoción espléndida.

Habiéndose aprobado los planos, la construcción se inició en el año de 1919 y culminaría en el año de 1946, es decir 27 años después. El espíritu solidario nunca decayó, se avanzó de a pocos, con pausas obligadas por circunstancias especiales, pero la obra nunca se paralizó por voluntad de sus animadores.

Cuentan las crónicas del momento que tal era la animosidad de participar que las damas iqueñas donaban sus joyas, anillos, collares de brillantes y alhajas de finos metales preciosos, los mismos que eran inmediatamente vendidos en rifas públicas. No había espacio para los manejos delictuosos, todo era para la nueva casa del taita Dios.

La obra se empezó con un capital inicial de S/. 32,878 soles de la época. El horno de don Benito Ormeño se destinó especialmente para la fabricación de los ladrillos que requería la obra. Era la primera vez en la historia de Ica que un templo se hacía con cemento y ladrillos. Las bases se hicieron con piedras de cerro, cal y arena. El registro minucioso de lo actuado corría bajo la responsabilidad de don Pedro Arangüena, Secretario del Comité. El Estado Peruano también efectuó una erogación de mil libras peruanas de oro para ayudar en la edificación.

El diseño del templo, hecho por don Alberto Cierra Alta, tiene forma de una cruz latina, que juntaba en su concepción temas renacentistas, románicos y góticos. Su esbelta torre principal era su símbolo identificatorio desde la distancia, apuntando hacia los cielos. Este templo, luego convertido en Santuario por las innumerables peregrinaciones de sus fieles, reúne las condiciones de jerarquía, sacralidad y belleza; convoca al recogimiento y a la unción sobrenatural cuando es visitado. Este lugar ha servido para evangelizar, debido a su inspirador diseño, para enseñar la fé cristiana, para catequizar. Es la casa materna de solemne tranquilidad.
Perder esta joya excelsa -no existe otro igual o parecido en todo el Perú- debido a las apresuradas decisiones humanas sería una herida profunda y lacerante de un pueblo, en su identidad, costumbres y tradiciones.

Nuestro Santuario resistió incontables sismos y nunca cayó, son las ambiciones humanas las que podrían traerlo abajo definitivamente. El pueblo de Ica hizo este templo con amor, paciencia y con el esfuerzo de todos sus hijos.


Foto:
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Este Artículo se publicó en el Suplemento "La Verdad sobre el Santuario del Señor de Luren" del diario "La Voz de Ica" fechado el 15-08-2009

El Terremoto que cambió a mi ciudad


El 15 de Agosto del 2007, fue el día más negro y doloroso que hemos sufrido los iqueños desde hace un siglo. Nunca antes habíamos perdido tanto en tan pocos segundos.


El terremoto de hace dos años ha dejado profundamente lacerado a un pueblo que no se deja vencer por las desventuras que ocasionan los cataclismos naturales. Tardará mucho todavía para que cierren las heridas, se alivien las traumáticas experiencias, superemos las pérdidas humanas, se suavicen con el tiempo nuestras carestías materiales. Falta recuperar la calma, el sosiego colectivo para continuar con nuestras vidas. Hay todavía mucho por hacer.

Ica está en una zona altamente sísmica, somos conocidos como habitantes de una tierra de temblores y terremotos, históricamente marcados por las bruscas e inesperadas sacudidas de la corteza terrestre, pero a pesar de ello no nos acostumbramos a nuestra ancestral y obligada cuota de dolor.

Los sismólogos y estudiosos nos refieren que vivimos sobre el llamado “Cinturón de Fuego”, al borde del choque de dos enormes moles o placas tectónicas que luchan entre sí para hacer prevalecer cada una la fuerza de su incontenible avance. La Placa Tectónica de Nazca (de 7 mil kilómetros de longitud) que avanza bajo el mar hacia el continente americano y la Placa Continental o Sudamericana (que es la de mayor tamaño) hace lo propio pero en sentido contrario, provocando una colisión o fricción permanente. El hundimiento (subducción) de estas placas enfrentadas entre sí son las que producen periódicamente la liberación súbita de energía, expresada en ondas vibratorias, que agitan violentamente la superficie terrestre causando daño en las estructuras materiales, regando con ello destrucción y muerte. Nosotros vivimos sobre esta descomunal lucha de titanes, sobre esta mayúscula cicatriz que se niega a cerrar.

Lo ocurrido hace dos años, en grado sumo, podría volver a suceder –estamos signados a ello- no sabemos cuándo ni cómo, pero nuestra oportunidad de sobrevivencia estará fundamentada en que nos encontremos preparados para soportarlo, listos para paliar sus efectos, entrenados y precavidos para saber comportarnos durante los largos segundos del acontecimiento, controlando el pánico natural, para evitar ser víctimas de su destructora fuerza, saber qué hacer luego de la catástrofe. No podemos hacer nada más. Estamos inermes ante su furia y condenados a soportar la variable intensidad de su fuerza.
(*) este artículo se publicó en el Suplemento "La Verdad sobre el Santuario de Luren" del diario "La Voz de Ica" fechado el 15 de Agosto del 2009