En días recientes el encargado de la Parroquia de Luren ha dando a conocer que especialistas contratados por el Obispado de Ica estarían confeccionando “en imágenes” una réplica de lo que fue el Santuario de Luren antes del terremoto, documento gráfico que se adicionaría al expediente de “reconstrucción” que se guarda bajo siete llaves y es todo un enigma para la población iqueña.
Esta noticia ha traído dos hechos curiosos (por llamarlo de alguna forma): uno, que la nota informativa no se dió directamente a los medios de prensa locales sino a una agencia de noticias de la capital y desde allí fue captada de rebote para su difusión en nuestro medio. ¿Desconfianza de la prensa local? Segundo, el trabajo encargado a los especialistas -cuya identidad se desconoce- no es para efectuar trabajos de salvamento del diseño primigenio del templo, vía la restauración, sino para reforzar sus propuestas de demolición y reconstrucción de éste ícono, buscando que se parezca lo más posible al anterior, pero adicionando las modificaciones que ya han decidido. De ninguna manera se va a presentar una maqueta que grafique la pretensión final del Obispado. ¿Temor a la reacción del pueblo?
En este juego de palabras y noticias, dizques novedosos, se desliza entre líneas la verdadera intención: “...trataremos de mantener el mismo estilo”, “…queremos rescatar lo más que se pueda”, “...son los expertos quienes dirán que es lo que se mantendrá y qué debe ser reconstruido”. La opinión pública se pregunta cuando se presentará el Obispo de Ica para decirles y mostrarles a los iqueños cual es exactamente su proyecto, él tan afecto a las maquetas ahora parece que les tiene aversión; mientras tanto sus portavoces se esfuerzan por pintar de dorada la amarga píldora. La confirmación de nuestras sospechas será conocida en amplitud durante las semanas siguientes.
NR: artículo publicado en el Diario “La Voz de Ica” fechado el 23.04.2010
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