martes, 29 de septiembre de 2009

!Gracias Señor Obispo por abrir las puertas del Templo de Luren!


Luego del terremoto del 15 de Agosto del 2007, el traslado de la milagrosa imagen de nuestro Santo Patrono y la posterior remoción exterior de los escombros producto del desastre, nunca más el pueblo iqueño ni la feligresía común había podido ingresar al interior del recinto religioso para verificar por sí mismos la magnitud de los daños.

Durante dos años o 24 meses o más de 700 días el templo permaneció herméticamente cerrado. Solo contados y ocasionales visitantes con permisos especiales de la Diócesis pudo ingresar. Con la llegada del doloroso segundo Aniversario de la tragedia y la realización de la Luretón fue que el Obispo decidió abrir las puertas del templo herido para aprovechar el efecto mediático de observar un edificio “aparentemente ruinoso”, que motivara a la aportación dadivosa para la “reconstrucción” que pretende hacer el prelado a su estilo y a su particular forma. Pero el efecto más importante producido entre la población es haberse dado cuenta por sí mismos que la condición del Santuario, vista desde su interior, no era ruinosa y descartable como se quería hacer creer. Los cientos de visitantes se dieron cuenta que las estructuras estaban todavía fuertes a excepción por supuesto de las partes que recibieron el mayor impacto del sismo.

Esta tal vez sea, la decisión pública, más acertada que el Obispo haya tomado. Y para no ser mezquinos en la observación crítica, tenemos que agradecerle por abrir las puertas del Santuario, pedirle que ocasionalmente se repita la apertura, se concluya con la limpieza interior y se apuntale las partes más sensibles. El pueblo iqueño espera de Ud. señor Obispo un cambio de actitud y retome el liderazgo de su feligresía para recuperar de una vez por todas el Santuario restaurado y reforzado. ¿Es difícil este esfuerzo?
dibujo: Alvarito

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