Alberto Cierra Alta Herrera |
Jesus Silva Herrera |
Francisco Caso Uría |
Estamos viviendo tiempos de olvidos e ingratitudes. La velocidad de los acontecimientos hace que hoy no reparemos en nuestro pasado como pueblo, que no rescatemos los ejemplos de vida de muchos iqueños que dieron todo por el bien común. Desde esta modesta columna de opinión hemos aplaudido las iniciativas por mantener vivo la vida y obra de aquellos que tuvieron alta significancia en nuestra comunidad, este es el caso de Alberto Cierra Alta Herrera, Francisco Caso Uría y Jesús Silva Herrera, prohombres en la historia cercana del Cristo Crucificado de Luren y de su templo.
Dijimos que era necesario perennizar su memoria, dejar su ejemplo para las generaciones futuras y lo inmediato era levantar los bustos de éstos lo más cercano al Santuario del Santo Patrono de Ica, pero lamentablemente no ha habido iniciativa propia de las instituciones (Iglesia, Municipalidad, Gobierno Regional, Hermandad de Señor de Luren), han sido los familiares los que han empezado a construir los pedestales de concreto armado para instalar allí los bustos de estos tres insignes ciudadanos, pero todavía falta. Y lo han hecho con su propio dinero, con su esfuerzo y cariño. Entre los pocos que se han solidarizado con esta propuesta se encuentra la Hermandad Femenina que ha cubierto los gastos para el pedestal de Francisco Caso.
Pregunto: ¿Acaso Cierra Alta, Jesús Silva y Francisco Caso no fueron actores descollantes para la restauración de la sagrada imagen del Cristo de Luren luego del incendio de 1918?, ¿Acaso no fue Alberto Cierra Alta Presidente de la Sociedad de Los 16 Amigos que posteriormente se transformó en la Hermandad del Señor de Luren que hasta hoy activa?, ¿Acaso Alberto Cierra Alta no fue el Presidente de esta Hermandad durante 52 años consecutivos y Presidente Honorario y Vitalicio de esta institución hasta el día de su muerte?. Particularmente no creo que mil o dos mil soles afecte la economía de la Hermandad que preside el Ing. Marco Velasco para concluir la obra iniciada por los familiares.
Y esta no es una gesta para obtener dinero para cualquier vanidad. Se trata de una acción reivindicativa, de reconocimiento y también de solidaridad. No tratemos con desprecio ni actitud mendicante a los que hoy abrazan mantener vivo el recuerdo de algo positivo. Sugiero al Alcalde de la ciudad que en los actos celebratorios por la Fundación Española de la Ciudad de Ica, en junio próximo, se incluya en el Programa Oficial la develación de estos Bustos y de paso considerar que algunas de las avenidas o calles principales de Ica lleven los nombres de éstos prohombres (por ejemplo desechar el inexpresivo nombre de la Avenida 7 y reemplazarlo por Avenida Alberto Cierra Alta Herrera, entre otras). Finalmente me permito invitar a todos los que vivimos en estas tierras benditas que converjamos en un homenaje colectivo, magnánimo, esperanzador donde la mezquindad no cierre las posibilidades de tener, por vez primera, un reconocimiento multánime del pueblo a sus héroes locales. Estamos a tiempo.
NR: artículo publicado en el Diario “La Voz de Ica” fechado el 24.03.2010
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