lunes, 19 de octubre de 2009

Hace un año la Comisión Episcopal Peruana se pronunció por la Restauración del Santuario de Luren


Ha transcurrido un año desde que la Comisión Episcopal Peruana, organismo que reúne a todos los Obispos Católicos del Perú, se pronunció favorablemente por la recuperación del Santuario de Luren afectado por el luctuoso terremoto del 2007; y lo hizo a través de la Comisión Episcopal para los Bienes Culturales de la Iglesia, que continua presidiendo el honorable Obispo Emérito de Ayacucho: Monseñor Federico Richter Fernández-Prada, OFM.

Cuando este pronunciamiento se hizo público el 03 de Octubre del 2008 en la página web de la CEP (www.iglesiacatólica.org.pe) los primeros en alegrarnos fuimos los iqueños, pues supusimos que por fin nuestro Obispo local entraría en razón y se pronunciaría, en consonancia con su organismo matriz, por la recuperación y conservación del edificio religioso más importante que personifica, no solo la casa original del Milagroso Cristo Crucificado de Luren, patrono de todos los iqueños; sino también uno de los estandartes de la identidad cultural e histórica de nuestro pueblo.

No fue escuchado, menos atendido lo manifestado por la Comisión Pontificia para los Bienes Culturales de la Iglesia. Nuestro Obispo, recién estrenado y por ese entonces con menos de un año como autoridad religiosa, se encontraba entusiasmado con la propuesta hecha por el Gobierno y facilitada por el entonces Presidente del Congreso, Luis Gonzáles Posada, en la inminente construcción de una fastuosa Basílica que reemplazaría al herido Santuario de Luren, afectado pero no destruido por el Terremoto.

Todo el año 2008 fue muy tenso. La amenaza latente de la demolición del ícono religioso más importante de la religiosidad local estaba en boca de todos. Ya se había presentado la maqueta de la Basílica, se especulaba que era cuestión de horas que empezarían los trabajos de demolición. La feligresía alertada desplegó un intenso programa de resistencia pacífica con vigilias al pie del templo, marchas, volanteo, firma de pronunciamientos, los medios de expresión local y nacional difundían crónicas sobre el peligro que acechaba. El papel protagónico del Comité Iqueños por la Restauración del Santuario de Luren lideró las silenciosas protestas. El Obispo cerraba sus puertas y oídos a los pedidos de audiencias y proscribió al Comité como interlocutor válido de los católicos de Ica.

Desde el 2007 y gran parte del 2008 los estudios técnicos y los pronunciamientos a favor de la restauración, el reforzamiento y la puesta en valor del Santuario de Luren eran cada vez mayores (CISMID-UNI, Colegio de Arquitectos, INC Cusco, Conferencia Episcopal Peruana, ICOMOS Perú, entre otros). Nada hizo cambiar a la obstinada decisión del Obispo local. Ese año fue intransigente e irreductible en su propuesta en pro de la desaparición física del diseño original de este Santuario.

El Obispo de Ica, Monseñor Héctor Eduardo Vera Colona, natural de Chiclayo, con menos de dos años como prelado de la Iglesia Católica local, actualmente ostenta el cargo de Vicepresidente del Área Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Peruana. Hemos intentado hallar en la historia religiosa de nuestro país, alguna situación similar de conflicto entre un Obispo Diocesano en flagrante contradicción con la voluntad mayoritaria de su pueblo y no lo hemos hallado. En esto también somos sui géneris.

Han pasado más de dos años y muy poco ha cambiado. El peligro sobre el Santuario sigue en pie. Los católicos de Ica continúan clamando para que su Obispo tome el liderazgo y conduzca a su grey, pero la respuesta parece desaparecer, diluirse, en las cuatro paredes del Despacho Vicarial.


(*) El pronunciamiento de la Comisión Episcopal para los Bienes Culturales de la Iglesia puede ser vista en el siguiente enlace:

http://www.iglesiacatolica.org.pe/cep_prensa/archivo_2008/desarrolloinformacion_031008.htm

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