Fue un 27 de Setiembre del 2008 cuando un grupo de estudiantes universitarios iqueños, provenientes de distintas Universidades de Lima, se juntaron por iniciativa propia y decidieron fundar la agrupación “Iqueños por Luren” y fueron estos jóvenes preocupados por la inminente pérdida del histórico Santuario de Luren los que iniciaron las Vigilias al pie del Templo herido y fueron ellos los que nos enseñaron a todos, que recolectar firmas era una forma sincera de tener la solidaridad ciudadana para lograr la recuperación de nuestra identidad cultural.
Cuando las personas mayores deciden formar el “Comité Iqueños por la Restauración del Santuario de Luren” una de las metas fue continuar con la obra de éstos jóvenes emprendedores. Hasta la fecha se han recolectado más de 10 mil firmas, y continúan. Son 10 mil razones para seguir insistiendo para la Salvación del Santuario, de la Casa original de nuestro milagroso Señor de Luren. Estas firmas colectadas son un llamado de atención para un pueblo que todavía permanece aletargado, en medio de sus naturales preocupaciones laborales, familiares o personales post sismo. Las 10 mil firmas no son contra el Obispo y sus desaciertos como autoridad eclesiástica ni tampoco son para vacarlo de su cargo, porque no existe ley alguna que permita esto. Las firmas son para enmendar rumbos, para saber que algo se ha hecho mal, que urge las correcciones y también es el ofrecimiento honesto de las capacidades para recuperar de una vez por todas a nuestro principal ícono religioso.
Diez mil firmas es todavía poco en un pueblo que ya se hace grande. La convocatoria está abierta y la recolección continúa, así como las vigilias, los foros de concientización, las marchas silenciosas y pacíficas. Las diez mil firmas pretenden hacer más fuerte a la Iglesia, cooperar con su mejoramiento, hermanarnos en la doctrina, confluir en la acción solidaria con los que no tienen y carecen de consuelo. Esa es la tarea y todos son los convocados. Enmendar rumbos responsablemente nos hace verdaderos cristianos.
Cuando las personas mayores deciden formar el “Comité Iqueños por la Restauración del Santuario de Luren” una de las metas fue continuar con la obra de éstos jóvenes emprendedores. Hasta la fecha se han recolectado más de 10 mil firmas, y continúan. Son 10 mil razones para seguir insistiendo para la Salvación del Santuario, de la Casa original de nuestro milagroso Señor de Luren. Estas firmas colectadas son un llamado de atención para un pueblo que todavía permanece aletargado, en medio de sus naturales preocupaciones laborales, familiares o personales post sismo. Las 10 mil firmas no son contra el Obispo y sus desaciertos como autoridad eclesiástica ni tampoco son para vacarlo de su cargo, porque no existe ley alguna que permita esto. Las firmas son para enmendar rumbos, para saber que algo se ha hecho mal, que urge las correcciones y también es el ofrecimiento honesto de las capacidades para recuperar de una vez por todas a nuestro principal ícono religioso.
Diez mil firmas es todavía poco en un pueblo que ya se hace grande. La convocatoria está abierta y la recolección continúa, así como las vigilias, los foros de concientización, las marchas silenciosas y pacíficas. Las diez mil firmas pretenden hacer más fuerte a la Iglesia, cooperar con su mejoramiento, hermanarnos en la doctrina, confluir en la acción solidaria con los que no tienen y carecen de consuelo. Esa es la tarea y todos son los convocados. Enmendar rumbos responsablemente nos hace verdaderos cristianos.
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