En la religión católica es permitido el uso de íconos o imágenes que representen a Dios. Todas las imágenes conocidas en el mundo (esculturas y pinturas) de Jesucristo en la Cruz lo encarnan como un hombre de tez blanca. Solo en Ica y tal vez en todo el planeta, el Cristo Crucificado de Luren es moreno, de piel oscura, como la gran mayoría de peruanos.
¿Pero cuándo se hizo moreno el Cristo de Luren? La imagen original que llegó de Europa al Perú allá por el siglo XVI y cuya aparición aparece explicada hasta en tres versiones distintas del imaginario popular de los iqueños, y que desde 1570 se quedó para siempre en los antiguos predios de estas cálidas tierras sureñas; aquella imagen también fue de color pálido, de inmaculada blancura. No fue hasta casi tres siglos y medio después que las azarosas circunstancias nos impusieron cambios trascendentales. En efecto, el incendio voraz -del 23 de Junio de 1918- que destruyó la antigua iglesia y mutiló al Cristo original, provocó una reacción colectiva de los fervorosos católicos de aquella época. Así se acordó en Asamblea Popular formar una Comisión de los ciudadanos más probos y con capacidad artística para asumir este delicado reto. Nació así la “Sociedad de 16 Amigos” que en un lapso de 3 meses restauró la imagen siniestrada del Cristo de Luren.
Si bien la imagen completamente restaurada fue entregada a la feligresía el 18 de Octubre de aquel año, los artistas responsables de tal refacción no estuvieron del todo satisfechos. Alberto Cierra Alta, Jesús Silva Herrera y Francisco Caso los artistas encargados de la obra pidieron al párroco de Luren RP. Antonio Meléndez Méndez les permitiera hacer algunas correcciones en la imagen, especialmente en los brazos. La fecha oportuna fue para Semana Santa de 1919. Andamios y cortinajes permitieron a los artistas trabajar con hermetismo en el mismo altar. El mismo párroco se prestó como modelo para remodelar los brazos del Cristo milagroso. Hechas todas las correcciones y afinamientos, para concluir, los artistas decidieron aplicar una pátina o color más oscuro que permitiera disimular las conjunciones de materiales distintos y a la vez lo presentara de manera uniforme.
¿Pero cuándo se hizo moreno el Cristo de Luren? La imagen original que llegó de Europa al Perú allá por el siglo XVI y cuya aparición aparece explicada hasta en tres versiones distintas del imaginario popular de los iqueños, y que desde 1570 se quedó para siempre en los antiguos predios de estas cálidas tierras sureñas; aquella imagen también fue de color pálido, de inmaculada blancura. No fue hasta casi tres siglos y medio después que las azarosas circunstancias nos impusieron cambios trascendentales. En efecto, el incendio voraz -del 23 de Junio de 1918- que destruyó la antigua iglesia y mutiló al Cristo original, provocó una reacción colectiva de los fervorosos católicos de aquella época. Así se acordó en Asamblea Popular formar una Comisión de los ciudadanos más probos y con capacidad artística para asumir este delicado reto. Nació así la “Sociedad de 16 Amigos” que en un lapso de 3 meses restauró la imagen siniestrada del Cristo de Luren.
Si bien la imagen completamente restaurada fue entregada a la feligresía el 18 de Octubre de aquel año, los artistas responsables de tal refacción no estuvieron del todo satisfechos. Alberto Cierra Alta, Jesús Silva Herrera y Francisco Caso los artistas encargados de la obra pidieron al párroco de Luren RP. Antonio Meléndez Méndez les permitiera hacer algunas correcciones en la imagen, especialmente en los brazos. La fecha oportuna fue para Semana Santa de 1919. Andamios y cortinajes permitieron a los artistas trabajar con hermetismo en el mismo altar. El mismo párroco se prestó como modelo para remodelar los brazos del Cristo milagroso. Hechas todas las correcciones y afinamientos, para concluir, los artistas decidieron aplicar una pátina o color más oscuro que permitiera disimular las conjunciones de materiales distintos y a la vez lo presentara de manera uniforme.
Este color cobrizo y único es el que distingue y a la vez identifica a nuestro Santo Patrono, amén de sus milagros, de todas las demás imágenes similares en el mundo. Pero también significa la compenetración de la mayoritaria raza peruana de piel oscura, la heterogeneidad histórica, el crisol y la amalgama hecho fe religiosa que convergió sin querer en la imagen santa de todos los iqueños. No hubo humana intención ni premeditado cálculo para darle el color mate al Cristo doliente. Se hizo así, al redoble que impuso los acontecimientos, que al final ha sido nuestro sello distintivo, fue la manera directa y simple que el milagroso Señor de Luren de hiciera, por designio propio, igual que las uvas morenas de Ica.
En Sevilla (España) tenemos una imagen de Jesús que también es moreno, se trata del Nazareno de la hermandad de Los Gitanos.
ResponderEliminarBusca en google "Cristo de los Gitanos" y temdrás infinidad de fotografías de ÉL.