viernes, 21 de enero de 2011

INVITACIÓN: OBISPO BUSCA GENTE QUE NO LE HAGAN “PROBLEMAS”


Una singular invitación que quedará registrada en los anales de la abierta y mal disimulada discriminación acaba de ocurrir. El Obispo de Ica ha mandado conformar una exclusiva (y excluyente) Mesa de Trabajo para llevar a cabo su impresentable propuesta: “Proyecto de Rehabilitación y Ampliación del Santuario de Luren” (65%-35%: demoler-reconstruir-ampliar-restaurar), propuesta que en lenguaje común, sin tanto adorno, significa la destrucción y desaparición del principal edificio religioso de los católicos iqueños.

Hace pocos días, el párroco de Luren, en declaraciones a los medios de prensa y acatando las directivas emanadas desde el Vicariato, refirió que dicha Mesa de Trabajo debería estar conformada por personas de Ica “capaces de buscar soluciones y no problemas”. Es decir al más puro estilo de los exclusivos clubes miraflorinos que en sus pulcras esquelas de invitación o en los carteles pegados en sus puertas señalan: “la casa se reserva el derecho de admisión”. Es decir, se llamaran a las personas “buenas” y “positivas” y aquellas que no encajen en el perfil no serán admitidas. En cualquier diccionario, de cualquier idioma, lo que se pretende realizar encaja con la definición de segregacionismo (segregar: aislar o separar a determinados miembros de una comunidad por razones de raza, religión, ideas, etc.). ¿Acaso es la institucionalización de una nueva manera de tratar a los iqueños?

Para los clubes miraflorinos les funciona a las maravillas sus restricciones porque como propietarios podrán escoger quien ingresa y quien no a sus locales; (están vetados “los cholos, los negros y la gente de mal aspecto”). Pero una similar restricción no funciona en el tema del Santuario de Luren porque éste edificio religioso pertenece por heredad a un pueblo creyente y dadivoso y no al grupo eclesiástico que lo regenta. ¿O acaso es posible actuar a las espaldas de lo que mayoritariamente desea la feligresía identificada con su historia y su tradición? Poner en la puerta de la parroquia el cartelito discriminatorio: “solo ingresarán los que no hagan problemas” se pasaría de un anecdótico lapsus a una abierta y recalcitrante intolerancia discriminatoria. Resulta curioso y hasta risible ver a donde hemos llegado. Lo único que faltaría es que se exija un casting previo para determinar valores y la constatación de requisitos morales a las personas que quisieran conformar esta Mesa de Trabajo. Increíble.

Por supuesto esta controvertida y polémica forma de actuar tiene nombre propio. Está dirigida para aquellos que con valentía y sin dobleces hemos dicho que el Obispo chiclayano se está equivocando reiteradamente en sus decisiones administrativas para acabar con nuestra identidad cultural. La proscripción está dirigida a nosotros, los que hablamos claro y sin medias tintas; los que hemos dicho que el Santuario es posible restaurarlo, reforzarlo y ponerlo en valor. Por pedir que salvemos el Santuario de la destrucción -porque se ha demostrado que es posible salvarlo- tenemos que pasar por estas afrentas. Lo último sería que se resucite al Tribunal de la Santa Inquisición.
NR: Este artículo se publicó en el diario “La Voz de Ica” el 18-01-2010

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